La Leyenda del tuero, el destino de María de Mayoralgo, nos narra el recorrido de los Señores de la Torre de Mayoralgo, en cuyo camino encontramos a la primera mujer que quiso luchar por ser Señora de la Torre de Mayoralgo.
La torre de Blasco Muñoz permanece impertérrita ante la sucesión de los siglos, oteando las fértiles vegas del Ayuela y el Salor, anclada sobre la roca viva como un gigante centinela, como el halcón que espera pacientemente con la presa tomada el regreso de su amo.
Más se convirtió en la Torre de Mayoralgo con motivo del Primer Mayorazgo que se creó por Blasco Muñoz II en 1320. La historia nos lleva en el tiempo a través de los Señores de la Torre de Mayoralgo, llegando hasta el Séptimo señor dueño de estas tierras, Don Pablo de Mayoralgo.
Don Pablo murió al poco tiempo, y las narraciones de aquellos tiempos recogieron los problemas de sucesión, y cierto es que Don Antonio Enríquez de Mayoralgo, peleó por el Señorío de estas tierras, con su hermanastro Don Francisco de Mayoralgo, pues era el primer hijo del segundo matrimonio de Don Pablo.
Mas fue Don Francisco segundo hijo del primer matrimonio quien consiguió el mandato. Pocos escritos recogen el deseo de Doña María de Mayoralgo de ser Señora de la Torre de Mayoralgo, más en algunos escritos sobre los linajes de Cáceres, hablan de la Onceaba señora de la Torre de Mayoralgo, Doña María de Mayoralgo casada con Luis de Chaves, aunque por las fechas, podría ser una descendiente, y no la hija directa de Don Cristóbal,más en el registro de los hijos que tuvieron Don Pablo y Doña Francisca al enumerarlos, dando nombre y destino de cada uno en matrimonios o títulos nobiliarios, aparece también los descendientes, y en el caso de Don Cristóbal, pone en su descendencia, Doña María de Mayoralgo única descendencia femenina que quiso quedarse con el Mayoralgo.